Ordenación Llano Amarillo, Algeciras
Concurso. 2005 – Accésit, seleccionado 2ª Fase
Algeciras busca el mar. Y en su camino se forja un nuevo espacio público de centralidad, un nuevo polo donde desarrollar la voluntad de ejercer como lugar de encuentro, cruce de caminos y parada imprescindible. Pero la ordenación del Llano Amarillo debe convertirse también en la oportunidad de articular espacios públicos de gran importancia para la ciudad, que necesariamente pasarán a formar parte de un sistema superior de lugares comunes.
Una revisión de las condiciones del frente marítimo que la ciudad ofrece al Llano Amarillo, nos descubre dos brechas importantes, dos puntos que serán de especial relevancia en los lazos a establecer entre la ciudad consolidada y el nuevo espacio urbano.
El primero de ellos es el punto en el que la Plaza Alta, lugar de encuentro y actividad, centro urbano, se asoma a la Bahía tímidamente, al mar. A partir de este punto surge el primer y principal hilo de la urdimbre del llano amarillo, como continuación natural de las cotas de la Plaza Alta y la Plaza Virgen de las Lágrimas.
Un CAMINO URBANO, descendente en suave pendiente que conectará, fisicamente y de forma natural, la Plaza Alta con la Plaza Baja, nuevo espacio público de encuentro y desarrollo alternativo de actividades de la ciudad. Algeciras baja así, por fin, al mar.
La segunda apertura que se descubre importante es aquella que acomete transversalmente desde el Parque de María Cristina, a través del Parque Arqueológico de las Ruinas de las Murallas Meriníes. Desde aquí, y tomando estos lugares como origen de su recorrido, surge un segundo hilo conductor, el PASEO VERDE, que cruza por encima de la Avenida Virgen del Carmen, y se desarrolla a través del Llano Amarillo como una sucesión lineal de espacios de vegetación específica controlada, alcanzando en su desarrollo el distante, ahora más cercano, Parque de las Acacias.
Junto con estos dos hilos conductores principales, surgen otros necesarios que estudian condiciones concretas de circulación y usos. Tejidos sobre la superficie antes dura e inhóspita, transforman un entorno deteriorado descubriendo un lugar amable y activo en relación con el agua y el puerto.
La descripción individual de cada una de las líneas que definen el nuevo Llano Amarillo, ayuda a comprender la intersección resultante como la construcción de un paisaje mestizo.
dosmasuno arquitectos – Ignacio Borrego, Néstor Montenegro y Lina Toro
Promueve: Ayuntamiento de Algeciras
Concurso: Accésit, seleccionado 2ª Fase (2005)
Colaboradores: Claudia Cardoso y Robert Ochsenfart
Aparejadores: Javier Mach y Javier González
Ingeniería de estructuras e instalaciones: ESTEYCO
Paisajismo: Rocío Pérez de Arenaza